Muy buenas y bienvenido a un post que, si lo lees hasta el final, marcará una diferencia en los textos de tu blog.
Para ponerte en contexto, déjame que te cuente una historia:
Me remonto a Octubre de 2018 cuando recibo un email para una entrevista de trabajo. Para aquél entonces yo trabajaba en una agencia de marketing tradicional y me dedicaba al desarrollo web y estrategia SEO de nuestros clientes.
La entrevista era para un puesto de Project Manager (gestor de proyectos) en una multinacional. Trabajaría como externo para dicha multinacional (esto lo suelen hacer grandes corporaciones para no superar un límite determinado de trabajadores -las leyes varían en función del volumen de empleados- y también para tener una plantilla flexible adaptada a las necesidades del momento).
En fin, sea cual fuere el motivo, yo estaba ahí: sentado delante de dos entrevistadores que hicieron preguntas típicas y otras no tan típicas como «¿cuál es tu serie favorita?». Lo que querían era hacer un perfil de la persona.
Acabé la entrevista en menos de 1 hora.
Al cabo de unos días me llamaron.
Estás dentro.
Ya te puedes imaginar mi cara de felicidad del momento. Se podría transcribir algo tipo: «$%&%$·%¨$»!!>>!»·!>>>>>!»!! ya que no es recomendable poner tacos en un blog personal.
Mi blog me ayudó a conseguir ese trabajo
¿Cómo? No lo entiendo.
Fue bastante sencillo. La persona que me entrevistó es, además de experto es usabilidad, filólogo.
Filólogo: persona que se dedica al estudio de los textos escritos, entre otras cosas, según Wikipedia.
Psst! Atento, que ahora viene lo mejor.
Joan Manel, a quien considero amigo mío a pesar de que hace mucho tiempo que no veo, hizo un pequeño análisis de mi perfil y le llamó la atención mi forma de redactar -me lo dijo al cabo de un tiempo, tomando un café en un desayuno-.
Barbaridades que me encuentro a diario
Estuve en aquella empresa un poco más de dos años, hasta que decidí empezar a trabajar por cuenta propia y montármelo por mi cuenta. No es tan fácil como parece, pero de eso ya hablaré en otro artículo.
Hoy quiero centrarme en la importancia de escribir bien.
A día de hoy recibo emails de mucha gente, leo artículos en blogs y creo que alguna vez me han sangrado los ojos por erratas que considero imperdonables. Entiendo que todos podemos tener fallos de ortografía y errores gramaticales pero, hombre, un mínimo de atención hemos de poner.
El primer acuerdo que cita Miguel Ruiz en su libro es «Se impecable con tus palabras».
Te invito que leas su libro «Los cuatro acuerdos» que ahora mismo está en Amazon por 9,98€.
Volvamos al tema.
Los puntos que voy a citar a continuación los extraigo de conversaciones con:
- CEOs de multinacionales.
- Autores de renombre con blogs de mucha autoridad.
- Líderes de ventas.
- Responsables de marketing de empresas europeas.
- Dueños de agencias de marketing.
Idioma materno/paterno
Poner «i» en lugar de «y» en castellano. En catalán se una la i latina como conjunción entre dos nombres «m’agrada la casa i la flor» –me gusta la casa y la flor-.
Mal uso de las comas (pausas)
Poner una coma entre sintagma nominal y sintagma verbal. Vale, hace quizás más de 10 años que dejamos de ir al colegio pero tenemos que recordar unas reglas básicas. Aquí quiero hacer hincapié a que las pausas orales no son las mismas que escritas. La teoría dice que, mayoritariamente, las comas se usan para separar miembros gramaticalmente equivalentes.
Un ejemplo podría ser: Me gustan los perros, los gatos y los caballos.
No obstante, también existen las comas que separan el vocativo del resto de la oración:
Juan, te he dicho que no hagas esto.
Estoy muy feliz, María, por tu regalo.
Por último, y no quiere decir que no hayan más que estás tres regalas, sino que estas 3 son las que considero imprescindibles, existen las comas explicativas. Básicamente son aquellas que ofrecen mayor riqueza a la oración ofreciendo un contenido detallado, entre comas, que se podría eliminar perfectamente sin que la frase pierda consistencia. De hecho, las acabo de usar 😉.
Adrián, que es el novio de Ana, dice que vendrá a la cena.
Adrián dice que vendrá a cenar.
Nunca: Adrián, dice que vendrá a cenar (a menos que Adrián sea el vocativo y no el sujeto).
Imperativos
Este tema es un poco más delicado pero también quiero citarlo, pues me encuentro con él a menudo –reconozco que yo no lo aplico correctamente el 100% de las ocasiones, pero estoy trabajando en ello-.
Los artículos que leo son, mayoritariamente, manuales sobre cómo aplicar alguna técnica SEO. Por lo que suelen estar redactados en segunda persona del singular: tú.
En lugar de decir «Ve a la pestaña y haz clic en …» leo «Ves a la pestaña …».
También suelo ver frases como «Hacer esto» cuando se refiere a «Haced esto».
Concordancia entre género y número
Este desliz es, quizás, el más común entre los autores de posts o noticias. Suelo encontrarme con frases como:
¿Cómo puedes conseguir 15 visitas al mes con clientes potenciales? A lo largo del artículo verás como puedes tener más ventas online para tu empresa. Así, podréis definir un sistema de ventas que te permitirá escalar tu negocio al máximo.
¿Te llama algo la atención?
Yo no me di cuenta hasta que percibí que yo también lo hacía y, pero aun, que estaba acostumbrado a este tipo de redacción. Si nos fijamos en la oración vemos como habla en segunda persona del singular (tú), en primera del plural (nosotros) y el segunda del plural (vosotros).
La teoría dice que no debería ser así y debería existir concordancia entre género y número.
Obviamente la práctica dice todo lo contrario.
Con toda esta información no pretendo señalar a nadie con el dedo o dar la impresión de que los demás están haciendo algo mal y yo no.
Todo lo contrario.
Soy el primero que asume que está aprendiendo día a día. Incluso a día de hoy tengo que ser muy consciente a la hora de redactar estos artículos porque muchas veces comento los fallos que cito en este artículo.
Lo que pretendo es invitarte, lector, a reflexionar sobre cómo redactas y que, gracias a pequeños conceptos bien aplicados, hagas que tus textos se diferencien de la competencia y sean fáciles de leer, mucho más allá del copywriting o la persuasión.
Actualmente estoy especializado en SEO para WordPress y en el desarrollo de páginas webs escalables para mis clientes.
He trabajado en agencias, consultorías y también como freelance.
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