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Decide u otros decidirán por ti. Te cuento por qué dejé de estudiar.

Tenía 17 años cuando pronuncié la frase de «yo no quiero estudiar» delante de mis padres.

Era la típica conversación que tienen dos padres frente a su hijo (sí, esas que parece un 2 contra 1 tratando de conducir al hijo hacia la mejor opción, según la parte mayoritaria).

Su reacción era la que podéis estar imaginando y la que, en aquel entonces, se podría esperar de unos padres preocupados.

Efectivamente: dejé de estudiar. Pero no interpretéis cosas que no he dicho.

Seré más detallista.

Deje de estudiar lo que se supone que tenía que estudiar alguien de mi edad, alguien en mi contexto social.

No hice el bachillerato, pero sí seguí formándome en aquello que me gustaba.

Mi hermano, 14 meses mayor que yo, tomó la misma decisión 1 año más tarde impulsado a los éxitos que veía en mi carrera profesional.

Cuando alguien hace lo que realmente quiere y siente el éxito está asegurado.

Quizás tarde más o menos en llegar pero, cuando uno hace lo que siente que debe hacer, no hay miedo, duda o inseguridad que lo detenga.

Rodéate de ti dentro de 5 años

¿Quién quieres ser dentro de 5 años? Busca alguien que tenga un estilo de vida similar y aprende de él.

El segundo motivo por el que quiero incitaros a que elijáis vosotros los estudios que queréis cursar en el corto/medio plazo es porque determinará vuestro día a día.

¿Quieres ser director de una empresa?

Rodéate de empresarios y directivos.

¿Quieres ser especialista en WordPress? 

Monta una web, vende tus servicios y fórmate con los mejores profesores.

Creo que ya vas pillando a lo que me refiero.

Por ejemplo, tenéis el curso superior de asistencia a la dirección de ITEP que está muy bien valorado por los alumnos. Cursar una formación de este tipo permite al alumno introducirse en el ámbito laboral y recibir, además, un buen primer sueldo.

Detrás de la realización de un curso, así como de la elección del mismo, hay mucho más que un simple número en la cuenta corriente.

Piensa que, como decía más arriba, la elección de unos estudios determinan, y algunas veces condicionan, una vida.

Compañeros de clase: unos forrados y otros sin trabajo

¿Recuerdas cuando dejé de estudiar bachillerato? Me apunté a un Grado Medio de electromecánica de vehículos.

Ahí ya podías ver los distintos roles y motivos que empujaban a cada uno cursar ese grado:

  • Me gustan las motos, decían algunos.
  • Quiero trabajar de mecánico, decían otros.
  • Quiero tener un taller, decían unos pocos.
  • Quiero heredar el taller de mi padre, decía Abel de Motos Valldaura (un saludo si estás leyendo esto).

Cada uno tenía objetivos diferentes.

Hoy en día tengo contacto con alguno de ellos y sí, lamentablemente, hay unos alumnos de esa clase que se están forrando y otros que no tienen trabajo, o trabajar «en lo que pueden».

¿La diferencia?

Ser una persona proactiva, definir unos objetivos e ir a por ellos, o dejarse llevar por unos padres asustados, por la pereza o, simplemente, ir reaccionando ante la adversidad de la vida.

¿Mi recomendación?

Vas a vivir solo una vez. Dedica cierto tiempo a escucharte, a escuchar tus emociones, o ver cómo te sientes… e intenta identificar cómo puedes sentirte mejor.

Una vez identificado, ve a por ello.

Define un plan de acción a 1 – 3 – 5 años.

Analiza cada 6 meses si sigues enfocado a cumplirlo.

Analiza tus decisiones y reflexiona sobre si cada una de ellas te aleja o te acerca a ese objetivo.

Disfruta del camino.

Y así cada lustro.

Gracias por haber llegado hasta aquí.

¡Nos vemos en el próximo, un saludo!

Marcos Séculi
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Marcos Séculi
Me encanta crear, probar y aprender cosas nuevas, sobre todo en el mundo digital. Llevo creando y monetizando páginas web en WordPress desde 2013. Actualmente estoy especializado en SEO para WordPress y en el desarrollo de páginas webs escalables para mis clientes. He trabajado en agencias, consultorías y también como freelance.